El Retroceso de la Juventud Rural y Urbana en Latinoamerica


Escribe: Jesús Mojo López

Sucede que la juventud no es ya la panacea que los países latinoamericanos buscaban en cada uno de los jóvenes para lograr el desarrollo social, sino más bien muchas veces es el grupo social que más gérmenes de violencia, desorden, drogadicción, violaciones ha generado en la sociedad, provocando de tal modo retroceso y subdesarrollo.
La juventud urbana y la juventud rural tienen todavía  hasta hoy pocos lazos de vinculación en Latinoamérica, su articulación ha sido más bien recelosa y aislada, provocando de tal modo que cada cual interprete sus propios problemas. La universidad ha pretendido ser el punto de encuentro y articulación para ambas clases de distintas realidades, pero el avance hacia su perfecta mezcolanza  ha sido un camino sinuosos en el que se han visto desprecio por lo rural, hastío por lo urbano.  Lo urbano y lo rural son distintas realidades geográficas, literalmente opuestas; y es desde esta perspectiva que vamos a pensar la realidad de la juventud latinoamericana. Pero también hay que pensar la juventud del futuro, como una sola gran masa logrando cada aspiración común.
Lo urbano y rural se complementan geográficamente, pero por su relación humana parecen ser realidades contrapuestas y, más aun cuando se trata de reflexionar sobre la  juventud de esa sociedad porque  parece haber un gran caudal que separa ambas orillas; el fin es en realidad la integración latinoamericana de la juventud, pero ello parece ser una perfecta utopía. No se puede pensar la juventud sin antes ver sus anhelos y frustraciones, pero dominantemente hay sobre todo en la juventud un aire fresco de desaliento y frustración.  Juventud con realidades distintas es el punto de partida de la unión de la juventud.
La juventud urbana es la juventud con más perspectivas y aun con más sueños y anhelos, y lógicamente es este grupo que mas rápidamente tiene acceso al campo laboral, pero su frustración no esta en lo laboral sino en sus perspectiva de llegar mas allá de lo imaginado, ya que sus verdaderos grandes sueños parecen ser un día solo una quimera inalcanzable. La juventud urbana fue y será siempre el sector que más rápido alcance a dominar las nuevas tecnologías, ya que ella ha ayudado a revolucionar las condiciones sociales en que viven, pero sobre todo esta juventud ha tenido un rápido acceso a la información y mediante ello al conocimiento, esto es concordante sobre todo para la juventud inmiscuida en el campo de las humanidades en el que solo se necesita leer más cada día; los libros hoy están al alcance de las manos ya que el internet ha expandido la biblioteca física limitativa inaccesible muchas veces, a una biblioteca virtual mundial accesible a todos sin excepción . Pero por el otro lado la juventud de las ciencias sufre el reducido campo de las ciudades, y en esa línea  Volski había dicho que: “La juventud que alberga las ciudades y quiera realizar investigación experimental esta condenada a no realizar sus sueños, porque en ella no encuentra el suficiente espacio para el laboratorio de sus locuras” Hoy esta frase puede sonar descollante y perfectamente acertada a nuestra realidad, porque no se necesita ser erudito para ver el reducido espacio que la  juventud urbana posee para inventar e ingeniar nuevos modelos de prototipos que fueran mas accesibles y solucionar algunos problemas  a la región en que viven. Tal vez el conocimiento teórico sea desbordante, pero si no se tiene un espacio cómodo para experimentar esa teoría se esta condenada a seguir en posición retrospectiva y por ende a seguir siendo países con bajo desarrollo tecnológico. En Latinoamérica nos hemos caracterizado por ser calcadores de tecnologías ajenas, ya que no hemos tenido la suficiente capacidad para inventar nuevas tecnologías, si bien hemos hecho mejoras, variaciones y adecuaciones  a las tecnologías ya concebidas en Europa o Norteamérica, estas apenas han sido un vislumbre que la realidad misma nos ha empujado a adecuarlas. Podemos afirmar que la tecnología en Latinoamérica no tiene poco futuro, a excepción del algún país. La universidad para la juventud urbana, ha sido solo un transito para la formación profesional o solo un mero hecho que ha impulsado la superación, en cambio no ha sido el germen que ha llevado a revolucionar su forma de pensar, decir y hacer en su sociedad.  
La juventud rural fue siempre el sector preocupante de la sociedad, sin perspectivas y sin anhelos han sido la clase desocupada que ha causado malestar en el espacio social urbano. Los jóvenes latinoamericanos de las zonas rurales comúnmente han migrado a los centros urbanos concentrados, con el anhelo de lograr una vida mejor y pocos lo lograron sin duda. Al terminar la secundaria, es para ellos el momento decisivo del futuro que tendrán, la mejor alternativa ha sido siempre migrar a las fabricas de las ciudades, a las minas o a cualquier otro trabajo pesado en el que ganan mucho mejor a veces que los jóvenes de la zona urbana. Sin proyectos de por medio la juventud rural ha sido la fuerza de trabajo que ha impulsado la industria, pero su trabajo nunca ha sido pensado sino solamente físico, pero también humanamente ellos fueron la pieza fundamental de la sobrevivencia de las ciudades, la producción de las fabricas fue siempre hecha por gente que trabajaba directamente la tierra, manipulaba las maquinas o ejercía un trabajo directo con la materia productora de bienes y servicios.
Muchos jóvenes de las zonas rurales se quedaron labrando la tierra, produciendo alimentos para las urbes, de modo que  su perspectiva quedaba trunca y se quedan de por vida produciendo el alimento necesario para vender a los habitantes de las grandes urbes.  Pero hay que advertir algunas constantes, y es que los supuestos expuestos siguen siendo una realidad de los países de Latinoamérica, siendo solo algunos puntos los que han sido superados en cierto grado.
De los jóvenes provenientes de las zonas rurales, solo un mínimo o ínfimo grupo lucho o lucha todavía por alcanzar un cupo en las universidades del estado, debido a que  no hay mayor motivación en ellos para lograr los estudios superiores, quizá una de las causales de su no aspiración sea la mísera economía familiar que  todavía sigue siendo una gran limitante, en esa línea la universidad parece ser todavía la utopía de muchos jóvenes de la zona rural. Quizá otro de los sustentos es que en la familia no hay ninguno que tenga estudios superiores, y el estudiar pareciera ser subjetivamente todavía un gran tabú o una rareza que no cabe en la realidad comunal. Es tiempo de romper las barreras entre el campo y la ciudad, debido a que vivimos un mundo más interconectado en que todos tenemos acceso a todo; las costumbres han sido también muchas veces en cierto grado una leve limitante, pero que con el transcurrir de los años se va desvaneciendo. Otras de las limitantes ha sido y seguirá siendo por algún tiempo el idioma en el que se enseña en las universidades, muchos jóvenes no aprendieron a hablar muy bien el idioma de los conquistadores, y la vergüenza puede mas que el deseo de superación, en Latinoamérica no existe ninguna universidad autóctona exclusiva para los jóvenes de lenguas ajenas a la oficial. 
Las realidades rurales son distintas, pero la juventud rural y sus defectos son casi relativos y constantes, sus problemas con semejantes y sus posibilidades son mínimas.  El estado aplasta con sus balas a la juventud rural, sobre todo cuando estos marchan agitando banderas o desestabilizando al gobierno, todos los intentos por reivindicar los derechos aplastados a la juventud rural son mal vistos por los dueños del poder estatal, y eso lleva a una profunda violencia social.       
Latinoamérica es la parte del mundo en el que la juventud esta siempre descontenta con lo que es y con lo que será en el futuro. Sin duda hay un largo camino por recorrer para que esta realidad cambie. La juventud rural y urbana parecen compartir los mismo problemas, pero la integración de ellos ha sido el dilema de su jamás solución, las realidades pueden ser distintas, pero el horizonte al cual llegar son las mismas. Hay que destruir los tabúes y las fronteras, es momentos de unir a  la juventud, porque ya no hay juventud por diferencias geográficas como muchos todavía pretender mantener en la ignorancia de sus conocimientos, solo hay una sola juventud construyendo un mismo futuro. 

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