Escribe: Jesús Mojo López
Cesar Vallejo, en su poema La Cena Miserable, decía: «Hasta cuando estaremos esperando…1». Y eso es justamente la gran interrogante de los estudiantes. ¿Hasta cuando se esperara? ¿Hasta cuando estaremos esperando? En verdad nadie lo sabe con certeza; atravesamos una grave crisis en la cual el retraso se ha puesto de manifiesto y nuestra propia deficiencia como estudiantes, se ha puesto también de manifiesto. Nuestra organización estudiantil es poco menos que un grillete de oportunismo o un Olimpo figurado con rostros y discursos desgastados, no hay conciencia y no hay organización estudiantil, lo que hay son grupillos defendiendo a toda costa sus propios intereses y mas no, como dicen en sus discursos, el interés del estudiantado. La supuesta organización estudiantil al que tanto avocan algunos retrogradas dirigentes estudiantiles es poco menos que una mera utopía, no es verdad que haya una verdadera organización. Desengañémonos, quietémonos la venda que se nos ha impuesto y veamos el fondo de los discursos históricos, retrogradas y reaccionarios que pronuncian los estudiantes, en ellos no hay una sola gota de aporte para la solución de los problemas de la universidad; en esos discursos disfrazados de figuretismo y disfrazados también de oportunismo se escucha tristemente una y otra vez la palabra «compañeros…compañeros….compañeros2» como si esa palabrita endulzara el odio de las masa estudiantil o como si esta palabra aportara ideas; cuando en verdad ese es pues el problema cuando no se tiene ideas y no se sabe plantear la ideas de manera clara y concreta.
Nuestra anárquica comarca llamada UNA-Puno, es una muestra real de lo que son verdaderamente las universidades públicas de nuestro país; una putrefacción del conocimiento en donde los discursos de los estudiantes esta amasada y rellenada de violencia reaccionaria. El triste destino de la universidad no ha dependido de otra cosa3 que no sea la ineptitud de la masa estudiantil, ha faltado y falta su activa participación en la política universitaria, gracias a esa inactividad no se pueden lograr grandes cosas para este estamento, pero también el principal defecto de los estudiantes es la inconstancia, la masa estudiantil es incapaz de perdurar en el esfuerzo y es por ello que no podemos desarrollar y articular un plan de desarrollo y menos aun podemos llevar adelante y concretizar un propósito y un fin, por tanto pareciera que estamos condenados a ser una masa estudiantil dividida y en consecuencia a ser manipulada con gran facilidad.
El problema también es educacional, ya que claramente se refleja en las pobres intervenciones de los estudiantes, ya que en esos discursos se repite lo que se dice en la radio, en la TV o lo que se leyó en el periódico, sin ponerle antes un filtro analítico pasa saber en esencia lo que se quiere transmitir; la calidad reflexiva de los estudiantes alcanza todavía un nivel muy bajo; y peor aun si se habla de ideología estamos en el último peldaño. La ideología en la UNA-Puno es un asunto de balbuceo, es decir estamos en una grave crisis, al cual debemos afrontar con un estudio más alturado y con una dedicación especial.
El consejo y asamblea estudiantil es un descerebramiento sin precedentes, allí están los que en algún momento brindaron apoyo electoral a alguna autoridad universitaria y que a cambio fueron favorecidos con algún cargo. Los correligionarios del rector y vicerrectores llevan nuestras voces de estudiante, pero distorsionadas, ellos nos representan de modo alguno, mas mal que para bien, pero blindando cuidadosamente sus intereses, porque por encima de toda una masa estudiantil esta el interés de un particular, y eso a ningún estudiante le parece lógico ni justo. La política de nuestros representantes estudiantiles es muy pobre, con sus políticas plagadas de egocentrismo no se llegara muy lejos y, mas triste y miserable todavía es la condición de los decanos de todas las facultades que tiemblan en los consejos universitarios al momento de intervenir; los estudiantes ya sabemos que ellos tiene que hablar bien de la gestión rectoral y es por ello su profundo miedo y desesperación por intervenir sin tener que comprometer su cargo.
¿Hay mucho por hacer? Pues si. Hay bastante que bregar y hay bastante por recorrer, estamos apenas iniciando y abriendo el camino como si nunca se hubiera hecho nada, y estamos como siempre en total desorganización.
¿Hasta cuando entonces estaremos esperando una gran organización estudiantil? ¿Será hasta cuando el gobierno decida privatizar la universidad? ¿Sera hasta la llegada de un Mesías? ¿Hasta cuando nos dedicaremos a solo esperar lo que viene? ¿Cuanto tiempo necesitamos para organizarnos? ¿Hasta cuando soportaremos nuestra triste suerte? Es lamentable.
Somos un brío que no hace daño y somos infértiles que no generamos organización ni generamos grandes revoluciones. Somos por hoy una juventud en constante retroceso, y somos por hoy también, una masa estática que no conoce de dinamicidad social.
¡¡Masa Estudiantil, UNIOS!!
1 Cesar Vallejo, Los Heraldos Negros, 1918.
2 Palabra favorita repetida reiterativamente por los estudiantes de la UNA en sus discursos.
3 José Carlos Mariátegui, 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, 1ra edición, Empresa editora El Comercio S.A., Lima-Perú, 2005, Pág. 127.
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