La prisión: Cuando se pierde la libertad pero no la condición humana

La libertad del ser humano es el más sagrado de sus derechos, mientras ésta, viva en un entorno pacifico y no violento; y es que la libertad – en estos últimos tiempos- esta sujeta a muchas reglas sociales; pero, la libertad del ser humano desde tiempos de antaño, fue siempre un privilegio para los que lo emanan, y un enorme disprivilegio para los que tengan que cumplirla sin siquiera haber participado del juego creador de las reglas; podemos ya afirmar con total certeza que la libertad del ser humano esta sujeta al entorno social que interactúa junto a el o ella. ¿Cómo será posible que un ser humano pueda quitarle la libertad a otro ser humano? Parece incongruente, y parece vivirse todavía la época tenebrosa del amo y el esclavo; pero ¿Que hacer con los seres humanos que pierden su libertad por actuar en contra de una sociedad - trayéndole terror, perplejidad, miedo, inseguridad, y otros actos que son calificados de malos en un sociedad – si queremos que estos no acudan a una cárcel para sencillamente cumplir su condena y volver nuevamente con un rencor, que es el inicio de un irrefrenable desorden social? ¿Se están creando verdaderamente talleres de desarrollo personal en las cárceles de nuestro país, para que esos desvariados seres humanos vuelvan de la cárcel adaptándose a la sociedad que los espera con una buena esperanza de cambio?
Las cifras sobre personas que yacen en las cárceles del mundo, en los últimos tiempos han ido aumentando insospechadamente, y es por ello, que en muchos estados se gasta mucho más en los establecimientos carcelarios que en la educación de su gente, y esto lógico, si no se gasta en la educación del pueblo que le queda a esas personas que entrar en los malos hábitos, las malas conductas, para luego ser conducido a un establecimiento carcelario; pues bien, lo que no se gasto en su educación se gasta en la permanencia en las cárcel, y quizá mucho mas de lo que se hubiera gastado en su educación, formándole como un ciudadano de bueno valores. Pero también como el tema racial es todavía tema de debate y es latente en cualquier lugar del mundo, hoy existen más negros y aborígenes en las cárceles que en las universidades; la cárceles en estos tiempos no parecen ser el símbolo de castigo para las persona desvariadas, sino un símbolo de avasallamiento contra lo que luchan por sus derechos fundamentales, símbolo de la discriminación, y yendo mas allá de los perceptible, quizá sea el símbolo de la esclavitud del siglo XXI; los pobres en ella están condenados a pasar el resto de sus vidas, y los ricos van a ella como una visita dominical, un entrar y salir.
América Latina tiene el mas alto índice de pobreza, y la pobreza lleva a enrolarse al ejercito del mal, que el la delincuencia, el trafico de drogas, el secuestro, el pandillaje; y América Latina es también la parte del mundo en que la distribución de la riqueza totalmente desequilibrada, y ello conlleva al miramiento y rencor por el que tiene mas; los pobres en América Latina no son mas que un bello discurso político, y en la realidad utópica son invisibles; ello ha llevado que la pobreza se incremente al 43%, según cifras de las naciones unidas. El aumento de la pobreza, la desigualdad creciente, la expansión de la comunicación, este ultimo que lleva imágenes de cómo viven los ricos y famosos, produce una crisis de expectativas insatisfechas que, se traduce en descontento general y ello provoca que cada vez haya mas violencia, mas conflictos sociales, mas huelgas, y cada vez mas protestas sociales que a veces son incontrolables y llegan a un nivel violento que no habíamos imaginado; América Latina es actualmente la región mas violenta del mundo, y se ha convertido en un chiste callejero el decir que la delincuencia juvenil esta en un aumento precipitado. Vayamos a las cifras: tan solo en Estados Unidos las cifras sobre presos son inimaginables, pues allí actualmente son mas de 2.2 millones de personas las que viven tras una reja, y el que menos encarcelados es Islandia con solo 119 personas en sus cárceles; ahora pasemos a las cifras de algunos países latinoamericanos, por cada 100 mil habitantes; en Perú es de 104 por cada 100 mil habitantes, en Venezuela de 62, en México de 156, en Colombia de 126, en Argentina es de 107, las mas alta es de chile, con 184 presos por cada 100 mil habitantes; pero comparado con las cifras de los Estados Unidos, estas ultimas cifras no significan mucho, pues allí es de 738 encarcelaos por cada 100 mil habitantes; y en el otro extremo de las cifras esta Burkina Faso, con solo 23 encarcelados por cada 100 mil habitantes otra cifra importante es que Estados Unidos tiene el 5% de la población mundial y el 25% de los presos a nivel mundial.
Los países Europeos se sitúan por debajo de los 150 presos por cada 100 mil habitantes, y muchos de ellos con menos de 100; pero hay casos exóticos que tienen cifras insospechadas de encarcelados, como Ruanda, un país inofensivo y pacifico que casi como un abrir y cerrar de ojos paso a tener 700 encarcelados, claro, esto tiene una explicación, la causa fue la masacre civil de 1994. En resumen más del 80% de los países del mundo tiene una población carcelaria inferior a los 200 presos por cada 100 mil habitantes.
<> dijo Karl Marx, político y filosofo alemán; y es cierto, la libertad existe y ha existido siempre; lo que podemos perder es el acceso a algunos derechos, como el libre transito, el derecho a la vida política, y algunas privaciones que mucha veces vuelven miope la inteligencia humana. El ser humano, no deja de serlo cuando va a una prisión, sino que dignifica su condición de ser humano; reflexiona, piensa, medita y finalmente enmienda el error.
Al pueblo hay que darle más educación, más trabajo digno, más salud, mas alimentación, y menos castigo encerrándolos en las cárceles; dicen que un preso en nuestro país cuesta alrededor de 40 mil soles por año, mucho mas de lo que gana un sencillo obrero o campesino, ¿acaso no es tentador ir a parar a una carcel? ; Si multiplicamos por los miles de presos obtenemos una enorme cantidad de dinero que se gasta a veces inútilmente, ¿Acaso ese dinero no hubiéramos gastado de mejor manera en su educación? ¿Acaso no es doliente y costoso invertir en ello el dinero que sale de nuestros propios bolsillos, el tuyo el mío? ¿Acaso un mendigo no puede vivir mejor allí, comiendo tres veces al día, que vivir mendigando penosamente y arrastrándose en la calle? Una manera de vivir, es: no tener trabajo, robar, traficar, ir a la cárcel, vivir gratuitamente, o morir mendigando ¿Cuál resulta mejor?
La libertad de la persona humana no significa hacer lo que se quiere, sino hacer lo que se debe, de acuerdo a patrones de conducta de la sociedad en contacto, la libertad en nuestros tiempos, y el los sectores de bajos recursos económicos se ha limitado a dos sencillas cosas, trabajar para vivir de ello, o no trabajar y morirse de hambre; por eso la educación de la persona es tan fundamental. Las cárceles no deberían solamente lugares de encierro, o sencillos claustros de castigo premeditado, lugares de reflexión para algunos presos, o focos clandestinos donde a pesar de la vigilancia hay comercio de droga, alcohol, cigarros o lugar de tramar atentados o hurgar conflictos sociales; sino un lugar de trabajo, dedicación, estudio y constantes cambio en las costumbres perversas de los presos.
El único derecho que tienes, es saber cuales son tus derechos, y tu derecho es ser libre; libre en todos los aspectos de la existencia, y vivir de una manera formidable, respetando los derechos de los demás que también tienen las misma libertades que tú; una persona que vive encerrado, siempre tendrá una mala expectativa de la sociedad y cuando recobre su libertad, buscara la forma mas sutil de vengarse, buscando en cada cosa un pretexto, que a veces resulta ilógica।

Escribe: Jesús Mojo López

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