Hambruna en África

(Sudan, Somalia, Etiopia, Kenia, Uganda, Yibuti)

Escribe: Jesús Mojo López

No se porque siempre me he sentido extraño en este mundo pobre y hambriento. El mundo estaba mal hasta hoy, y seguirá siéndolo tal vez para los hombres sin esperanza, pero no importa, hay un mundo por delante que ganar y nosotros seres indefensos y pensantes apenas si hemos tenido la capacidad para observar y sentir lastima por ello. Pero hoy no es tiempo de sentir lastima por nosotros mismos, sino mas bien de hacer algo y que ese algo implique la construcción de un mundo mejor, no hay nada que perder cuando lo tenemos casi todo perdido, solo nos queda luchar hasta ganar un mundo mas humano y socialista, no podemos mirar el espacio si no hemos tenido el valor para mirar nuestra miserable realidad. Quizá el mundo siga siendo el mismo después de todo, o tal vez lleguemos a destruirnos sin retorno, pero quizá después de todo no seria una mala salida el autodestruirnos, pero que esa destrucción no implique la disipación del hombre sino la extinción de los sistemas opresivos que hacen que la economía mundial sea mal distribuida. El mal del mundo no esta en los hombres, sino más bien en los sistemas que hemos creado con el afán de adquirir un orden mundial, así como la teoría no es mala o inaplicable sino más bien son los hombres los que no podemos perfeccionar la tarea pragmática de la teoría.  Convertir nuestros sueños y anhelos en realidades visibles son nuestra tarea como hombre y juventud; Helder Cámara decía con cierta ironía y razón «Cuando alimenté a los pobres me llamaron santo, pero cuando pregunté porque hay gente pobre me llamaron Comunista».  Tantos sueños siguen dormidos después de siglos de desigualdades sociales, a veces profundas y a veces superables, pero el esquema de convivencia humana ha seguido siendo del mismo modo, los pobres de mísera economía han tenido siempre el anhelo de sobrevivir en mejores condiciones y aun superar el estatus en donde vivían, y los hombres de economías acomodadas ha sentido siempre el vitalismo de la vida y que el don de la existencia humana les pertenecía sin mediar contradicciones. Pero hoy, el  mundo se levanta de pie y pide a gritos en calle y plazas a los gobiernos a superar las debilidades que flagelan el mundo.  

Cada 24 Hrs. en el mundo mueren de hambre 100 mil personas, de los cuales 30 mil son niños con menos de 5 años. Es una pena, si, es una gran pena, pero también una inmensa tristeza de saber que este mundo esta cada vez  peor mientras mas crece la población mundial. La ONU nos explica técnicamente que hay hambruna en un país o región, cuando el índice de malnutrición supera el 30%, o cuando más de dos personas mueren de hambre al día por cada 10 mil habitantes o finalmente cuando la gente carece del acceso de alimentos u otras necesidades básicas. ¡El hambre sigue en aumento en el mundo! Hoy ya son 923 millones de seres humanos que sufren día a día de este mal que pone de revés un mundo insensible infectado de violencia y drogas.  Antes de la recesión económica que sufrió el mundo los hambrientos del mundo alcanzaban una cifra no mayor a 850 millones, pero con la subida de precios de los alimentos esta cifra subió en un poco menos de 75 millones de nuevos hombres que padecen el hambre y la miseria, indico la FAO en un informe realizado en Chile. América latina retrocedió casi en su totalidad sobre lo que ya había avanzado en los últimos 15 años en su lucha contra el hambre; ahora hay más de 51 millones de hambrientos en América Latina.

El hambre consumirá el mundo si los hombres no levantan el dedo acusador. Urge la necesidad de replantear los programas en la lucha contra el hambre, si bien hay voluntad de muchas organizaciones, esto no basta para tratar de paliar los efectos que tendrá sobre países sub desarrollados. Hace días la ONU acaba de declarar a Somalia como el foco de la hambruna, con lo cual se va demostrando como infinitas veces que el foco de la hambruna está en el África y es a ese lugar del mundo donde urge la necesidad de voltear nuestras miradas.