Nuestra región de Puno, es la cuarta mas pobre del Perú, con un 67,2% después de Huancavelica (85,7%), Apurímac (69,5%) y Ayacucho (68,3%), según el informe técnico para la pobreza en el Perú (INEI-2007). La situación de pobreza, se debe a diversos factores, pero muy principalmente es la consecuencia de un modelo económico neoliberal. El neoliberalismo en suma es un modelo que excluye el crecimiento y el desarrollo fundamental de la población rural Puneña que constituye el 50,3% de la población; es decir que mas de la mitad de los puneños vivimos de las actividades rurales.
La pobreza es sinónimo de la mala calidad de vida; y la mala calidad de vida es sinónimo del analfabetismo, que en nuestra región va disminuyendo progresivamente al alcanzar un 17,7% de la población mayor de 15 años, pero esto que no sea motivo de orgullo ya que las regiones de Tacna (5,3%), Arequipa (6,7%), Madre de Dios (6,9%), Moquegua (10,0%) nos llevan la delantera.
Entonces. ¿Qué hacer?
La defensa de los pobres es una función del estado a través de la asistencia pública, así como los enfermos en los hospitales públicos. El estado no puede abandonar a quien, necesitado de la justicia de igualdad, carece de elementos económicos indispensables para desarrollarse en un mundo de la competencia que plantea el neoliberalismo. La competencia económica en un monstro vestido de mercado, que cada vez que el pobre quiere desarrollarse, lo matan antes de que pudiera despegar. La inflación es el método práctico para derribarse un pequeño sistema económico, y es justamente en este pequeño sistema económico en donde se encuentran los pobres del Perú; es por ello que se dice medio en broma, medio en serio, que el pobre seguirá siendo pobre y el rico cada vez mas rico mientras no se invente otro sistema económico que no sea el neoliberalismo; en cambio los grupos de poder económico no son susceptibles para una inflación ya que sus economías son elevadísimas y no es fácil que estas desaparezcan del mercado dando lugar de esa manera a nuevas economías emergentes.
El Perú, como país, no tiene las posibilidades de progresar mientras se aplica el sistema neoliberal, ya que en primer lugar no dispone de grandes capitales financieros; en segundo lugar el sistema neoliberal no creemos que llegue a funcionar nunca, ya que la población Peruana adopta el sistema financiero comunitario, es decir que no se cree mucho en el desarrollo privativo, sino en el desarrollo de la población en general.
Los pobres en Puno, la conforman en su mayoría, los campesinos, y sus hijos que no tienen ni las mas mínimas posibilidades de abandonar la pobreza. Y es justamente allí donde la presencia del estado es casual o sencillamente no existe. Entonces urge hacer algo. Pues, no existe otra salida más loable que la presencia y la ayuda del estado, y esa ayuda no es necesariamente la económica, sino la ayuda que vaya al fortalecimiento de las capacidades de cada persona. ¿O acaso existe un pobre con enormes capacidades, y a pesar de ello es pobre? Pues no. Entonces lo que queda es que el pobre tenga las posibilidades de fortalecer sus capacidades productivas, y todas estas posibilidades se las brinda únicamente el estado como ente tutelar de cada persona.
La pobreza es sinónimo de la mala calidad de vida; y la mala calidad de vida es sinónimo del analfabetismo, que en nuestra región va disminuyendo progresivamente al alcanzar un 17,7% de la población mayor de 15 años, pero esto que no sea motivo de orgullo ya que las regiones de Tacna (5,3%), Arequipa (6,7%), Madre de Dios (6,9%), Moquegua (10,0%) nos llevan la delantera.
Entonces. ¿Qué hacer?
La defensa de los pobres es una función del estado a través de la asistencia pública, así como los enfermos en los hospitales públicos. El estado no puede abandonar a quien, necesitado de la justicia de igualdad, carece de elementos económicos indispensables para desarrollarse en un mundo de la competencia que plantea el neoliberalismo. La competencia económica en un monstro vestido de mercado, que cada vez que el pobre quiere desarrollarse, lo matan antes de que pudiera despegar. La inflación es el método práctico para derribarse un pequeño sistema económico, y es justamente en este pequeño sistema económico en donde se encuentran los pobres del Perú; es por ello que se dice medio en broma, medio en serio, que el pobre seguirá siendo pobre y el rico cada vez mas rico mientras no se invente otro sistema económico que no sea el neoliberalismo; en cambio los grupos de poder económico no son susceptibles para una inflación ya que sus economías son elevadísimas y no es fácil que estas desaparezcan del mercado dando lugar de esa manera a nuevas economías emergentes.
El Perú, como país, no tiene las posibilidades de progresar mientras se aplica el sistema neoliberal, ya que en primer lugar no dispone de grandes capitales financieros; en segundo lugar el sistema neoliberal no creemos que llegue a funcionar nunca, ya que la población Peruana adopta el sistema financiero comunitario, es decir que no se cree mucho en el desarrollo privativo, sino en el desarrollo de la población en general.
Los pobres en Puno, la conforman en su mayoría, los campesinos, y sus hijos que no tienen ni las mas mínimas posibilidades de abandonar la pobreza. Y es justamente allí donde la presencia del estado es casual o sencillamente no existe. Entonces urge hacer algo. Pues, no existe otra salida más loable que la presencia y la ayuda del estado, y esa ayuda no es necesariamente la económica, sino la ayuda que vaya al fortalecimiento de las capacidades de cada persona. ¿O acaso existe un pobre con enormes capacidades, y a pesar de ello es pobre? Pues no. Entonces lo que queda es que el pobre tenga las posibilidades de fortalecer sus capacidades productivas, y todas estas posibilidades se las brinda únicamente el estado como ente tutelar de cada persona.
Escribe: Jesús Mojo López
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